Tomar oportunidades

Hace un par de semanas, visité la granja de mis amigos y conocí a este pequeño irritable. Mientras movíamos vallas para rotar el pasto del ganado, se aventuró fuera del rebaño, perdiéndose entre el campo de festuca. Si bien parecía encontrar una emoción en el gran escape, no tenía la confianza suficiente para respaldar sus acciones, amenazando con correr hacia su mamá mientras yo me acercaba para tomar una foto.

Nuestro breve encuentro me hizo sonreír y no pude evitar tomar una lección, como suele ser el caso cuando paso tiempo con las otras criaturas de esta Tierra. Al igual que el becerro, nos encontramos en situaciones en las que podemos romper nuestras barreras de comodidad, ¡y debemos hacerlo! Puede ser un pequeño riesgo, como plantar una nueva variedad de guisantes o algo un poco más grande. (¿Recuerdas cuando compraste la granja?)

Dar ese primer paso al otro lado de la línea puede dar miedo. A veces, nuestros intentos de hacer cosas nuevas fallan, dejándonos con el rostro enrojecido o heridos. Pero cuando funciona, probar algo nuevo y arriesgarse conduce a hermosas recompensas. Con demasiada frecuencia me encuentro viviendo en el miedo de "qué pasaría si", condenándome al desastre incluso antes de tomar la decisión de seguir adelante. Deja que un becerro me recuerde que arriesgarme puede valer la pena.

¿Cuándo fue un momento en el que se encontró tomando un riesgo, ya sea en su granja o en otra parte de la vida? ¿Cuál fue el resultado? Comparta su historia a continuación.

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